ILEGITIMIDAD MORAL DE LA CORTE CONSTITUCIONAL (PRIMERA
PARTE)
La mayoría de los ciudadanos de a pie no somos abogados y
desconocemos los vericuetos legales de la Corte Constitucional.
Sin embargo, por más ignorantes que seamos, somos seres
humanos capaces de distinguir el bien del mal. Y en tal sentido, podemos juzgar
la legitimidad moral de la Corte Constitucional analizando su decisión de
permitir el aborto voluntario hasta los seis meses de gestación.
Para empezar, podemos visualizar la imagen de una mujer
embarazada con seis meses de gestación y la repulsión moral que genera la
eliminación del feto que lleva en su vientre.
En la mayoría de los países del primer mundo el aborto
voluntario está permitido hasta los tres meses de gestación o un par de semanas
más. Pero nuestra iluminada Corte Constitucional colombiana se excedió hasta
los seis meses de gestación pretendiendo con ello mostrar sus dotes progresistas,
siendo todo lo contrario.
Dicha Corte Constitucional, es una Corte de salvajes e
irracionales, y no de progresistas.
En efecto, cualquier persona con dos dedos de frente se
puede imaginar la hipotética situación de una mujer embarazada con seis meses
de gestación descubriendo que su pareja y padre del bebé próximo a nacer le es
infiel.
En un rapto de enojo la mujer podría decidir abortar el feto,
el cual se encuentra en un grado de desarrollo tan avanzado que la ciencia no
duda de su capacidad de sentir el proceso de su eliminación.
Sin embargo, en su extensa sentencia la Corte Constitucional
llega a la irracional conclusión que las mujeres tienen derecho a abortar
voluntariamente hasta los seis meses de gestación, lo cual va a contravía de la
moral de la mayoría de los colombianos y personas sensatas no solo de Colombia,
sino de cualquier país del mundo.
Tanto es así, que existe un consenso tácito del pueblo
colombiano en el sentido que dicha sentencia de la Corte Constitucional es
vomitiva. Pero ya es cosa juzgada y no hay nada que hacer al respecto.
Pues bien, así de execrable es nuestra Corte Constitucional,
por lo que carece de legitimidad moral ante el pueblo colombiano y, también,
ante la humanidad.
Mi formación es Ingeniero en Electrónica, soy ateo y estoy
de acuerdo con el aborto voluntario hasta los tres meses de gestación.
Mario Ernesto Fliesser